Las 'colles' de payeses de Eivissa regalaron a la pareja real un cachorro de podenco ibicenco. Foto: TERESA AYUGA

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El emblemático paseo Vara de Rey se llenó ayer de ibicencos para aclamar a los príncipes de Asturias, que iniciaron su cuarto día de viaje oficial, en este caso en las Pitiüses, con un acto multitudinario en el que don Felipe ensalzó el «carácter hospitalario y generoso» del pueblo pitiuso. En un acto que contó con unas 5.000 personas, los Príncipes mantuvieron su primer contacto con el pueblo ibicenco, que se mostró afectuoso y vitoreó a don Felipe y doña Letizia durante prácticamene una hora. El presidente del Consell d'Eivissa i Formentera, Pere Palau, agradeció la presencia de los Príncipes en Pitiüses y recordó los estrechos lazos que mantuvieron con las islas tanto Don Juan de Borbón como el propio Rey. Mientras Palau pronunciaba su discurso, miles de ibicencos vitoreaban a los Príncipes, pero especialmente a doña Letizia, que acaparó las miradas y las felicitaciones del pueblo pitiuso.

Tras el discurso de Pere Palau, tomó la palabra el Príncipe, quien dijo que «España entera se siente orgullosa de vosotros. Felipe de Borbón volvió a utilizar el catalán durante su discurso y aprovechó su encuentro con los ibicencos en Vara de Rey para destacar que «los ciudadanos de Pitiüses habitáis en un ámbito geográfico mediterráneo único por su incomparable belleza y por sus seculares frutos culturales, y nos dais el ejemplo de haber sabido consolidar vuestra propia e inconfundible identidad, sin dejar de estar inmersos en las corrientes del mundo de nuestros días».

Después de escuchar en Menorca las reivindicaciones de Joana Barceló para que se reconozca el hecho insular, el Príncipe hizo una referencia a esta problemática. «La naturaleza de la autonomía balear, marcada por el doble efecto de su insularidad, confiere también un mérito añadido a las cotas de prosperidad que habéis sabido alcanzar», apuntó. Como ya hiciera en Menorca, el Príncipe también destacó el papel que juega el Consell Insular: «La institución insular ha conseguido poner a disposición de los ciudadanos una estructura administrativa cercana y preocupada por defender las particularidades sociales, económicas y culturales de cada territorio, acortando las distancias entre las Islas, engarzando con los órganos de autogobierno y aportando así equilibrio y prosperidad al conjunto de la Comunidad Autónoma». «Per tant, vull animar-vos a seguir treballant en aquesta línia de millora per aconseguir que Eivissa i Formentera continun ocupant el lloc privilegiat que la història i la naturalesa vos han reservat», concluyó en un cada vez más correcto catalán.