Las Islas se están convirtiendo en uno de los puntos de entrada al
Estado español del hachís procedente de Marruecos a causa de la
intensificación de los controles en el Estrecho para evitar la
inmigración ilegal. Así lo afirmó ayer el fiscal Antonio del Cerro
Esteban, miembro de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia
Nacional momentos después de presentar una ponencia sobre «Una
aproximación sociológica al fenómeno de las drogas» en el
transcurso de las «I Jornades d'Actualització en Drogodependències»
que se lleva a cabo del 12 al 14 de mayo en el hospital de Son
Llàtzer. El fiscal explicó que se está detectando un desplazamiento
del foco de entrada de esta sustancia en el Estado español desde el
sur de la Península «punto tradicional de entrada», hacia el norte,
en concreto las costas de Levante, Tarragona y Balears, donde, en
palabras de Del Cerro «los narcotraficantes se sienten menos
vigilados».
«Muchos de los alijos que se han intervenido últimamente se han
detectado en las proximidades de Balears o en la misma Comunitat
Autònoma, transportado en barcos», concretó Del Cerro. El fiscal
puntualizó que no sólo hablamos del problema que supone la entrada
de estupefacientes en las Islas y «todo lo que este hecho conlleva
de problemática social», sino también «la corrupción que se instala
en las zonas que sirven de punto de acceso a la droga», puntualizó.
A modo de ejemplo explicó que experiencias en zonas de entrada de
estupefacientes por la comunidad andaluza «han demostrado graves
problemas para los jóvenes de estas zonas, muchos de los cuales
dejan de trabajar en actividades lícitas porque ganan más dinero
descargando un alijo por la noche que trabajando en un taller por
el día», concretó.
Posteriormente se corrompe la sociedad en general de estos
sitios, agregó, pues los que participan en la entrada de droga se
ven obligados a blanquear el dinero obtenido con ella, montando
negocios o comprando vehículos. Del Cerro añadió que los beneficios
de la venta de drogas se destinan, en muchas ocasiones, «a la
financiación de grandes organizaciones delictivas, entre ellas las
terroristas islámicas o de origen sudamericano», puntualizó. Por su
parte el coordinador autonómico de drogodependencias, Bartomeu
Jaume, destacó que, según una encuesta de consumo de droga entre la
población escolar de entre 14 y 18 años, Balears presenta uno de
los índices más bajos de España en lo que respecta a la cocaína,
del 2,2 por ciento frente al 3,8 por ciento de la media. Señaló que
pese a ello la Conselleria de Salut intensificará las labores de
prevención, tanto en lo relativo a dicha sustancia como al tabaco,
el cannabis o el alcohol.
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