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«Error humano no doloso». Así definió el fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló, el supuesto «pinchazo» del correo electrónico del dirigente socialista Francesc Quetglas en su escrito definitivo de conclusiones en el juicio del «caso Bitel», que ayer quedó visto para sentencia. El fiscal solicitó que se dicte una sentencia absolutoria para los dos acusados de un supuesto delito de descubrimiento de secretos en las comunicaciones electrónicas, la directora general de Presidencia, Francisca Pascual, y el funcionario Sebastià Vallori. Barceló señaló que en el «caso Bitel» se registró, efectivamente, un redireccionamiento de los correos electrónicos de Quetglas a la cuenta de Vallori. «Es un hecho evidente que nadie cuestiona, doloroso, lamentable para el que lo ha sufrido, que pudo sentir la sensación de ser espiado, pero a lo largo del juicio no se ha presentado ninguna prueba de cargo que incrimine a las dos personas sentadas en el banquillo», argumentó el fiscal.