Capdepera ha entrado un año más en el pasado. Este fin de semana
ofrece a vecinos y visitantes la posibilidad de un viaje a la época
medieval. Ayer por la mañana ya se olían los aromas que evocan
épocas de caballeros y damas. Las calles del casco antiguo se
convirtieron en talleres artesanales y se abrieron a los
escolares.
Durante la jornada los alumnos pudieron adquirir su particular
licencia para convertirse en maestros artesanos. El objetivo
primordial fue que los niños observaron y practicaron oficios que
hoy en día ya no se realizan porque las máquinas casi han
sustituido el trabajo de las personas. Y es que hubo una época en
que los niños empezaban a trabajar con su padre y aprendían el
oficio.
Así, los jóvenes tuvieron oportunidad de valorar el proceso de
producción de artículos artesanales y con especial atención el tema
de la obra del palmito ya que este año se celebra el «any de la
llata». Comprobaron de cerca cómo se utilizan los enseres de los
artesanos confeccionados con materiales naturales, de fibra o metal
entre otros.
La plaza del Sitjar acogió un taller abierto circense donde dos
expertos malabaristas mostraron a los visitantes las disciplinas
circenses. Platos chinos, pelotas gigantescas y saltadores
estuvieron al alcance de todos los visitantes. Con el pregón se dio
por inaugurado el Mercat Medieval que se llevará a cabo durante
todo el fin de semana en Capdepera.
UH Manacor
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