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Un centenar de personas acudió ayer al tercer encuentro de pacientes sometidos a implante coclear que se celebró en el salón de actos del hospital Son Dureta. La técnica se aplica a aquellas personas que sufren sordera profunda y las prótesis resultan ineficaces. En estos casos el aislamiento deriva, en muchas ocasiones, en patología psiquiátrica.

El doctor Manuel Tomás, jefe de servicio de Otorrinolaringología de Son Dureta y director del programa de implantes, recomienda que aquellos niños que pierden capacidad auditiva reciban tratamiento lo antes posible: «Cuando la pérdida de audición es severa, lo ideal es intervenir en torno al primer año de vida para que el desarrollo del niño sea normal. Por el contrario, en un paciente hipotético, de 15 años, que nunca ha oído y ni ha adquirido lenguaje, el implante no es recomendable».

A su vez, la técnica se aplica a personas que a lo largo de su vida han ido perdiendo capacidad auditiva: «Hemos operado a personas de hasta 69 años siempre y cuando las prótesis les haya resultado ineficaces. Por otra parte, cabe reconocer que muchos pensionistas carecen de poder adquisitivo para adquirir buenas prótesis auditivas, en este sentido, los responsables de asuntos sociales y salud deben ponerse las pilas», apuntó.

Este año 25 personas se beneficiarán de la técnica de implante coclear, algunos acudieron ayer al encuentro en Son Dureta cuyo objetivo es, precisamente, compartir experiencias.