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Cuando parecía que se había alcanzado un principio de acuerdo tras la reunión de la mesa sectorial, el pasado 16 de junio, entre los profesores de catalán y la conselleria, la chispa ha vuelto a saltar. El detonante ha sido que varios profesores se han sentido excluidos de las pruebas de catalán nivel A (elemental) y D (Avanzado), toda vez que los profesores «rebeldes», tras este principio de acuerdo, dieron marcha atrás a las medidas de presión como era conceder un aprobado general y encargar para el curso 2005-06, libros con un nivel muy superior al actual para ajustar la polémica equiparación del nivel C y 4º de ESO.

Mientras tanto, un grupo de 94 ciudadanos, de los 551 que finalmente hicieron el examen tipo A en Palma, tuvo que hacer la prueba oral por la tarde: «Que quede claro que la culpa de la espera, esta vez, es sólo del Govern. Nosotros estábamos dispuestos a colaborar en la corrección de exámenes», dijeron profesores enfadados.

Miquel Melià, director general de Política Lingüística, afirmó no tener constancia de la protesta de los profesores excluidos y, en todo caso, dijo que la citada dirección «ha hecho sus previsiones y sólo en base a éstas, un 70% sobre el número de inscritos, se ha decidido movilizar a un número determinado de profesores». Asimismo, destacó la buena participación y la normalidad de las pruebas.