Sin olores en la EDAR I de Palma

Terrassa recorrió ayer las nuevas instalaciones acompañada por el director del Àrea de Centrales y Depuración, Federico Pareja, para explicar el proceso que se sigue para el tratamiento de las aguas residuales que llegan a la central y el destino que se les da una vez depuradas.

La EDAR I fue entregada por el Ministerio de Medio Ambiente a Cort el pasado 17 de junio. La nueva planta, que tiene una capacidad total de depuración de 46.250 metros cúbicos al día, permite recoger y tratar el agua proveniente de la Platja de Palma, Sant Jordi, s'Aranjassa y 23.000 metros cúbicos al día de agua de la EDAR II.

Terrassa señaló que se ha puesto en contacto con la Associació de Veïns de Sant Jordi para invitar a sus integrantes a que visiten la EDAR I, «para que comprueben que la nueva central no provoca olores». La presidenta de Emaya respondía, de este modo, a las quejas formuladas la pasada semana por diversos vecinos de Sant Jordi, que indicaron que había malos olores en la zona, que atribuyeron al «mal funcionamiento» de la citada central.

Funcionamiento
La teniente de alcalde de Medi Ambient recordó que las zonas en donde tienen lugar los procesos que al aire libre causarían malos olores se encuentran cubiertas y aisladas. Asimismo, indicó que hay también un tratamiento de desodorización del aire para eliminar cualquier tipo de posible mal olor.

El proceso que se sigue para el tratamiento de las aguas residuales que llegan a la EDAR I es de tipo biológico de doble etapa, con tratamiento terciario de reducción de fósforo y nitrógeno, filtración y desinfección. El fango generado se estabiliza en un proceso de digestión anaeróbica en ausencia de aire para ser posteriormente deshidratado mediante centrifugación.