El president del Govern, Jaume Matas, acusó al diputado socialista
y líder del PSIB, Francesc Antich, de practicar «mercadeo» con el
Estatut y una política de «bajo nivel».
En su opinión, «hay cosas con las que no se puede hacer mercadeo
político, porque si no hay reforma del Estatut será algo malo para
el PP, pero sobre todo para los ciudadanos de Balears».
Jaume Matas aseguró que «hacer mercadeo con el Estatut es una
política de bajo nivel, impensable en otras autonomías», y recordó
que «a pesar de que el PP puede aprobar la reforma estatutaria por
su cuenta no lo haremos sin consenso».
«Los políticos deberíamos ser capaces de dejar las cosas
importantes al margen de las peleas internas», añadió Matas.
Respecto a la situación generada tras la crisis de Calvià, el
president insistió en que «el PP tiene un pacto con UM, que es el
único que tenemos», y recordó que «nuestra intención es mantener el
pacto y en setiembre se reunirán los órganos del partido para tomar
las decisiones para mantener este pacto». Matas no quiso
pronunciarse sobre la posible destitución de Joan Thomàs en Calvià
tras abandonar las filas de UM y minimizó la situación de ses
Salines.
Por su parte, la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs,
emplazó ayer al secretario general del PSOE, Francesc Antich, a que
actúe «con responsabilidad», que no emplee la reforma del Estatut,
como elemento de crispación y de tensión con fines partidistas y
que abandone la «amenaza constante» en la que ha entrado el
dirigente socialista. Estaràs respondía así a la clara amenaza
lanzada un día antes por el diputado socialista. Antich advirtió al
Govern que bloqueará la negociación sobre la reforma del Estatut si
los populares siguen practicando «juego sucio», en referencia a la
crisis surgida en el municipio de Calvià.
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