Una ciclista sorprendida por la lluvia recorre las calles inundadas de Palma. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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JOAN J. SERRA/EFE
La «gota fría» no causó graves daños a su paso, ayer, por Balears, aunque sí generó muchas molestias por inundaciones, goteras, pequeños apagones, desprendimientos y numerosas e importantes retenciones en la red viaria. Incluso se originó un pequeño incendio forestal en un pinar de cala Vinyes, en el municipio de Calvià, por el impacto de un rayo a primera hora de la mañana. Hasta media tarde no se habían producido grandes averías eléctricas, aunque sí «disparos», interrupciones momentáneas del suministro, recuperándose al poco tiempo.

La tormenta causó retrasos en Son Sant Joan de una hora en 55 vuelos de salida y 32 de llegada, ya que las aeronaves no pudieron cargar combustible mientras persistían las lluvias con aparato eléctrico, las cuales también ralentizaron las operaciones de entrega de equipaje. La torre de control aplicó el protocolo «contingencia por tormentas», por el que se prohíbe a los aviones llenar los depósitos de carburante mientras caigan rayos en las inmediaciones de las pistas.

Las lluvias fueron localmente intensas. Las mayores precipitaciones tuvieron lugar en el norte de Mallorca (67 litros por metro cuadrado en Pollença, 57,3 en Lluc y 53 en Alcúdia). De madrugada, en Lluc cayeron 26,6 litros entre las 03.00 y las 04.00 horas, y de éstos, 12,6 litros en tan sólo 10 minutos, lo que fue definido por el Centre Meteorològic como «muchísimo». En Inca, cayeron 22 litros en media hora, entre las 08.00 y las 08.30 horas. En Palma-Portopí se registraron 37,9 litros, 29,7 de los cuales entre las 13.30 y las 17.00 horas, así como precipitaciones puntuales de granizo, que también cayeron en Calvià y Santa Margalida.