El president Matas y la ministra Narbona, protagonistas en Cabrera junto a las tortugas. Foto: ÓSCAR PIPKIN/JAUME MOREY

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Ayer se celebró en la isla de Cabrera la suelta de tortugas que cada año en verano organiza Marineland. En esta ocasión el president Jaume Matas, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y el conseller de Medi Ambient, Jaume Font, fueron los cargos públicos invitados a esta suelta simbólica.

El objetivo de este evento es sensibilizar al público de lo importante que es respetar el medio ambiente. Según palabras de Gloria Fernández, \132 coordinadora de la fundación «todos podemos ayudar a estos animales sí dejamos de tirar nuestra basura al mar».Tres tortugas de la especie caretta caretta fueron devueltas al mar. La primera de ellas, de nombre «Na3», fue llevada al mar por el president y la ministra. Esta tortuga había sufrido la amputación de una de sus aletas porque la tenía enganchada una anilla. «El único problema que puede tener es a la hora de la reproducción, pero por ahora no sabemos si es macho o hembra» nos explicó uno de los especialistas de Marineland.

La segunda en ser devuelta al mar de manos de la alcaldesa y Gloria Fernández. «Cher» es una tortuga de 24 kilos que ha tardado casi dos años en recuperarse de una operación en la que consiguieron sacarle un anzuelo de palandre del intestino. La tercera de las tortugas, «Paula», tenía un anzuelo clavado en el paladar y cuando la encontraron era la más grande de las tres. La anécdota de la mañana la puso la propia ministra que apareció con pantalones vaqueros largos y una chaqueta blanca de manga larga, mientras que el president iba de lo más deportivo. Narbona no tardó en quitarse la chaqueta y arremangarse los pantalones cuando comprendió que iba a mojarse enterita.

María José Guirao