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Los portavoces de la oposición en Cort, Antoni Roig por el PSOE, Eberhard Grosske por EU-EV y Pere Muñoz por el PSM, hicieron ayer una valoración muy crítica de la remodelación parcial del equipo de gobierno municipal, anunciada el pasado viernes por la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, y motivada por las dimisiones de la regidora de Infraestructures, Rosa Arregui, y de la teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana, Maite Jiménez. Para la oposición, habría una «lucha de poder» entre el secretario general del PP en Balears, José María Rodríguez, y Cirer por hacerse con el «control» de los ediles en Cort.

Para Roig, la citada remodelación supone «una crisis sin precedentes en Cort, que resta eficiencia en la gestión». El portavoz socialista añadió que «mientras Rodríguez y Cirer se pelean, la ciudad no se está gestionando». Roig afirmó que Palma es una ciudad «rancia, triste, aburrida e ineficaz», y dijo que «Cort le viene grande a Cirer».

El nuevo teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana será Àlvaro Gijón, que hasta ahora era el edil de Trànsit i Transports, departamento que ahora dirigirá el regidor Carlos Veramendi. En cuanto a Infraestructures, la nueva responsable será Marina Sans, que hasta ahora era la edil de Sanitat i Consum, departamento que será dirigido por la nueva edil Begoña Moragues.