Adrián estuvo a punto de llorar por la nube de fotógrafos que entró en la habitación junto a Nadal. Foto: M.A. CAÑELLAS

TW
0

El internacional tenista mallorquín Rafael Nadal disputó su partido más humano visitando ayer tarde a los niños ingresados en el Hospital Materno Infantil de Son Dureta, invitado por la asociación de payasos hospitalarios La Sonrisa Médica. Mucha expectación causó la llegada del joven campeón manacorí a las dependencias del hospital, donde fue recibido por responsables del centro y los artistas payasos Dostora Loli Tirita y eenfermero Aspirino, quienes le ofrecieron la popular nariz roja, que aceptó colocándosela para las fotos. También se se habían reunido allí un buen número de chavales que esperaban impacientes para que Rafael Nadal estampara su autógrafo sobre sus fotos y cuadernos.

Nadal, que apenas llegar al aeropuerto se desplazó al hospital, señaló que «a pesar de estar algo cansado vale la pena venir desde Nápoles a Son Dureta por la sonrisa de un niño». El flamante campeón visitó, previa autorización de los padres, a Lorena y Ahinoa, juntas en la misma habitación. Luego visitó a Adrián, un pequeño de corta edad que se asustó ante la nube de fotógrafos. Mohamed, de siete años, esperaba con una gran sonrisa a su ídolo, así como Steven, quien tenía preparado su cuaderno y lápices y a quien Rafael Nadal le hizo un dibujo.

La emoción embargó a Ayuca, una joven de 15 años gran admiradora del tenista, a quien esperó con varias camisetas y pelotas de tenis para que las firmara. Por último Elisabet, una simpática niña cuyo ánimo aumentó al saber que por la tarde la vería Rafael. Y es que Nadal, derrochó simpatía y cariño por donde pasó, saludando a todos, y sabiendo que para muchos niños allí ingresados estaba jugando quizá su mejor partido de la sonrisa.

Amalia Estabén