La habilidad de Toni Cerdà Marc para crear minuciosas maquetas
de las construcciones tradicionales mallorquinas ha viajado de boca
en boca por todo Mallorca de modo que vecinos de diferentes
municipios se desplazan estos días hasta Inca para conocer de
primera mano el trabajo de este jubilado que se muestra por primera
vez al público hasta el próximo domingo en el centro de cultura del
Consell de Mallorca en la calle Bisbe Llompart.
Y es que Toni Cerdà guarda bien celosas sus pequeñas
construcciones. «Son como mis hijos. En una ocasión un hombre con
mucho dinero interesado en que le vendiera una me dijo que todo
tiene un precio, pero yo le contesté que cuánto me pedía él por
venderme su hijo, para mí es lo mismo, no me desprendería de ellas
y si las muestro ahora públicamente es porque me han insistido
mucho».
Las maquetas, realizadas de forma completamente artesanal,
reproducen construcciones tradicionales mallorquinas como una casa
de labranza, una sínia, una barraca o una sitja. Suponen un
verdadero trabajo exhaustivo y es que Toni Cerdà crea
cuidadosamente cada una de las piezas. Están realizadas en piedra y
madera, como sus réplicas reales, aunque todo hay que decirlo, la
barraca, la sínia, la sitja o la casa de labranza no existen en la
realidad si no en la cabeza de Toni Cerdà que, lejos de copiar un
modelo, se documenta para después reinventarlo en su cabeza. Así,
las maquetas no son réplicas sino miniaturas.
Elena Ballestero
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