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El ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, pide a las cadenas hoteleras mallorquinas que han recibido la carta del Departamento de Estado de Washington amenazándoles de tomar represalias por explotar complejos vacacionales en este país caribeño, que no cedan «al chantaje de Estados Unidos».

Marrero afirmó ayer que el Gobierno cubano dará todo su apoyo a las empresas que han recibido la notificación de la Oficina de Asuntos Cubanos, instándoles a que abandonen la explotación de complejos turísticos vacacionales ubicados en solares expropiados.

«Lo sucedido en la ONU, donde 182 países han dado su apoyo a Cuba en contra del bloqueo que padece nuestro país, no es más que la respuesta clara ante una política imperialista que no tiene justificación. Sólo cuatro países, entre ellos Estados Unidos e Israel, comulgan con estas ideas. El mundo ha dado una clara respuesta contra las imposiciones de un país que quiere extrapolar sus leyes comerciales fuera de su territorio y en contra del bloqueo que padece Cuba», explicó el ministro dominicano a Ultima Hora en la capital cubana en el acto de despedida al grupo de periodistas alemanes y españoles que han participado en la presentación de los folletos del touroperador TUI-Alemania en Varadero y La Habana.

La administración cubana que preside el comandante Fidel Castro está al corriente de las cartas que la administración de George Bush ha remitido a pequeñas, medianas y grandes cadenas hoteleras mallorquinas.

Enemigos
«Ahora, por lo que parece, han centrado su presión en las medianas cadenas hoteleras, porque entienden que pueden hacer más efectiva su coacción. Es por ello, que hemos tomado la decisión política de apoyar a todas las cadenas hoteleras mallorquinas, a las cuales les facilitaremos todos los informes preceptivos y el asesoramiento adecuado. Somos enemigos del chantaje y como sucedió en 1999 con la presión que tuvo padecer Sol Meliá con la Ley Helms Burton, ahora también vamos a apoyar y poner todos los medios para que se defiendan y se enfrenten a esta estrategia de presión política y empresarial de EEUU que sólo tiene un claro objetivo, incrementar aún más el bloqueo económico a Cuba».

Marrero añadió que todo se trata de un «chantaje», puesto que el Gobierno cubano ya ofreció en su día pagar a los propietarios americanos afectados todos los terrenos intervenidos por la administración de Castro. «Ahora, parece que personas que se dicen dueños de solares en Cuba intervenidos, cuando no tienen nada que hacer, están actuando de forma unilateral y con intereses muy concretos. Simplemente se trata de una estratagema política de la administración Bush, que no tiene que afectar en nada a las empresas turísticas extranjeras, en este caso a las procedentes de Balears», aseveró.