Con motivo del 125 aniversario de la Relojería Alemana, las
hermanas Fuster, hijas del propietario, Pablo Fuster, presentaron
ayer en el estudio del escultor Pep Sirvent su primera colección de
joyas que tiene como título el nombre de sus creadoras «Paula y
Blanca».
Esta presentación fusionó la escultura con las joyas para
destacar el estilo de las mismas que, tal y como señala Blanca, no
son clásicas sino «extremas; se salen de lo establecido, y están
dedicadas a las mujeres de hoy en día que buscan algo nuevo».
Las hermanas han estado trabajando codo con codo durante un año
y el resultado ha sido un total de 30 piezas, entre collares,
anillos, broches y pendientes, en las que predominan las piedras de
colores como el topacio azul, la amatista y el ópalo blanco, y las
monturas de oro blanco y oro amarillo. Los precios de estas piezas
van desde los 1.700 hasta los 12.000 euros.
En todas las piezas está muy presente el anagrama de la marca
«BP» y el número 2, haciendo referencia a las dos hermanas. Ambas
señalan que la joyería está muy ligada a la moda y no hay que pecar
por exceso y llevar muchas joyas, «porque se puede parecer un árbol
de Navidad. Hay que llevar lo justo».
Al cóctel de presentación asistió la presidenta del Consell,
Maria Antònia Munar, así como los propietarios de la clínica
Rotger, Fernando Rotger y Rosa Regi, el escultor Pep Sirvent, el
padre de las hermanas, Pablo Fuster, su abuela, Pepita Tarongi, y
su tía Paula Fuster, entre otros.
S. Coquillat
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