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RUIZ COLLADO-TORRES BLASCO
El principal problema del que adolece la economía balear son las bajas tasas de escolarización en la educación Secundaria no obligatoria y universitaria, según se recoge en la memoria del Consejo Económico y Social (CES) del año 2004, lo que en opinión del presidente de la comisión de trabajo de la «Memoria del CES, sobre la economía, el trabajo y la sociedad de Balears», Josep Ignasi Aguiló, «requiere de fuertes inversiones a medio plazo para poder recuperar las posiciones perdidas en productividad y competitividad, así como poner fin a estos niveles de baja escolarización». El presidente del CES, Francesc Obrador, acompañado por la junta del CES, presentó ayer al presidente del Parlament, Pere Rotger, la memoria, «que se ha convertido en un libro de base de la sociedad balear».

Aguiló puntualizó que la economía balear se enfrenta a corto plazo a este problema educativo, «que se ha producido en las Islas porque no ha habido nunca tradición de una formación universitaria potente» y también a que no ha resultado nunca necesario concentrar las inversiones más importantes dirigidas a mejorar la educación. Es necesario impulsar las inversiones en educación para afrontar con expectativas de éxito el futuro económico, muy ligado a la mejora de la competitividad, que se ha visto perjudicada». La memoria recoge en el apartado de educación, (ver gráfico adjunto) que la tasa de escolarización en educación secundaria no obligatoria es del 84,1% en Balears en el curso 2003-2004 (13 puntos menos que la media nacional), diferencia similar en los alumnos que estudian ciclos formativos de grado superior (10,6% en las Islas, trece puntos menos también).

El Govern, a través del conseller de Educació i Cultura, Francesc Fiol, reconoció ayer que las Islas padecen un déficit de escolarización en la enseñanza secundaria no obligatoria y universitaria, afirmando que es vital y necesario «analizar los datos y reforzar las inversiones en la educación superior». Fiol desdramatizó este hecho, pero dejó claro que había que arbitrar los medios adecuados para incentivar el paso de la ESO al bachillerato. El informe del CES denuncia que muchos jóvenes optan por abandonar los estudios «porque el mercado del trabajo ofrece una gran demanda de trabajo que desincentiva la continuidad de la formación en los jóvenes de más de 17 años». Y especifica que en un análisis comparado de la situación del sistema educativo balear con el resto de autonomías, «el balear es deficitario», de ahí la preocupación del CES.