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El Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones, que desde el pasado domingo analiza en Calvià las relaciones entre oriente y occidente, finalizó ayer su primera reunión de trabajo con una coincidencia clara entre todos sus miembros: la violencia terrorista está provocado por razones políticas y no religiosas.

Es una de las conclusiones a las que llegaron los representantes del mundo cristiano, árabe y judío que han asistido a las sesiones de trabajo. Federico Mayor Zaragoza, co-presidente del Grupo de Alto Nivel junto con el turco Mehmet Aydin, explicó ayer que las posibles relaciones entre religión, política y violencia ha sido una de las cuestiones tratadas con más profundidad durante estas sesiones.

«La violencia no se debe a una religión particuñatr sino a una posición extrema de las religiones». Mehmet Aydin coincidió en esta reflexión: «La religión no conduce a la violencia, sino el extremismo y el extremismo existe en todas las religiones y nuestro deber es reducir al mínimo todos estos extremismos», precisaron ambos en la rueda de prensa que ofrecieron al concluir las sesiones de trabajo.

Federico Mayor Zaragoza informó de que Estados Unidos había manifestado su apoyo a los trabajos realizados por el Grupo de Alto Nivel y consideró que, con excepción de algunos países que prefieren la fuerza a la palabra, el mundo se ha dado cuenta «de que tenemos que cambiar la idea de la fuerza por una serena discusión para conocernos mejor».

Mayor Zaragoza añadió que los sabios de la ONU centrarán sus recomendaciones en un informe que ya ha comenzado a elaborarse y que se sustenta en tres sectores clave. El primero de ellos es la educación y los jóvenes: actuar en la educación para conseguir que la juventud cambie los parámetros con los que ahora se observan oriente y occidente.