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Calidad y tradición han hecho posible que un producto tan genuinamente mallorquín como la sobrassada alcance reconocimiento a nivel europeo en la celebración de su décimo aniversario como producto con Indicación Geográfica Protegida. Un acto celebrado ayer en la Fira Baleart en presencia de productores y autoridades. Una receta cuyos orígenes se pierden en la Historia Antigua de Oriente Medio como un sistema efectivo de conservación alimentario. Sin embargo, el embutido como tal no aparece hasta el Renacimiento en Sicilia, donde se practicaba una técnica de prensado que se exportó a Valencia y de ahí llegó a Mallorca a través del comercio marítimo. En el siglo XVI, Mallorca ya posee una importante tradición charcutera y en la próxima centuria la sobrassada constituye parte esencial de la gastronomía isleña.

A partir del siglo XVIII con la llegada de ultramar depebre vermel adquiere su característico color rojo. El recinto ferial exhibe distintas máquinas como las capoladora, pastadora o embotidora. Los «10 Anys de Sobrassada de Mallorca» fueron celebrados ayer con la asistencia del conseller d'Economia i Hisenda, Miquel A. Flaquer; el director general de Comerç i President de Fires i Congressos, Francesc Tutzó; el director general de Agricultura, Joan Carles Torrens y el presidente del Consell Regulador de la Denominació Específica, junto a los ganadores de las primeras Medalles d'Or de 1995 a Manuel Tejedor y Jaume Munar.

Gabriel Alomar