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Seiscientos operarios y más de un centenar de máquinas pesadas trabajan en estos momentos en el proyecto de ejecución del metro de Palma a la Universitat de les Illes Balears (UIB). Se trata de la obra de mayor envergadura que se realiza en estos momentos en las Islas en cuanto a presupuesto -114 millones de euros- y en cuanto a volumen de trabajadores. No obstante, el coste se ha repartido entre tres uniones temporales de empresas que realizan cada una de las tres fases del proyecto.

El primer tramo de las obras -fase I- se lleva a cabo entre Son Oliva hasta el principio de Vía Asima y la ejecuta la UTE Dragados, Tecsa y Matias Arrom. El soterramiento de la vías en Palma concluye justo pasado la Vía de Cintura. Y es en este punto donde el tren continúa en superficie su recorrido hasta Inca y el metro comienza su nuevo trazado subterráneo en otra dirección. El proyecto del metro en este tramo, según explica Ana García, directora de las obras, no es excesivamente complejo porque no hay casas ni edificios que dificulten la excavación.

Con las máquinas se va excavando y al descubierto se va creando una especie de cajón con capacidad para una doble vía. Se nivelan los laterales y el piso, se instala una armadura y se procede al hormigonado. El cajón se cubre de la misma manera con una plataforma de hormigón y posteriormente se echa encima la tierra que se ha extraído.

Como novedad, en esta fase, el metro transcurre por debajo de la autopista de Inca y del nuevo enlace con el polígono de Son Castelló en tres tramos de unos veinte metros aproximadamente cada uno. Las obras no afectarán al tráfico y se desarrollarán de tal forma que no será necesario cortar la circulación de la vía rápida en ningún momento.