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La teniente de alcalde de Règim Interior del Ajuntament de Palma, la popular Catalina Terrassa, dio a conocer ayer que, en principio, el borrador de la futura ordenanza que regulará las actividades que se pueden llevar a cabo en la calle será presentado en el primer trimestre de este año. Entre los puntos más significativos que, de momento, prevé recoger la futura normativa, se encuentran la prohibición de que los músicos callejeros puedan actuar más de veinte minutos en un mismo lugar o repetir el repertorio. En cualquier caso, se trata sólo de una propuesta, por lo que el tiempo de actuación podría ser al final algo mayor o menor. Por otro lado, los músicos callejeros no podrían volver a cantar en dicha ubicación hasta que no hubiera pasado un mínimo de tres horas.

Por lo que respecta a otros puntos, como por ejemplo los ensayos de las bandas de música de las barriadas, deberá evitarse que puedan molestar a los vecinos. También se regulará la venta de prensa en la calle para evitar la posible competencia desleal con los quioscos. La futura ordenanza también regulará la ocupación de la vía pública, que en estos momentos se encuentra ya fijada en gran medida en una norma anterior de Cort, aún vigente. Así, los bares y los restaurantes con terraza en la calle deben dejar libre un espacio mínimo de dos metros para que puedan pasar por él los peatones. Además, las ramas de los árboles ubicados en jardines particulares no pueden sobresalir más de seis centímetros en la calle. En cuanto a las hogueras en la vía pública, están también ya reguladas ahora, y sólo se pueden llevar a cabo previa autorización y con motivo de alguna festividad o verbena.

Otro punto que está en estudio es la posibilidad de que la Policia Local pueda prohibir las denominadas 'estatuas humanas', los mimos, los malabaristas, los payasos o las representaciones con marionetas que no tengan el suficiente nivel de calidad. De momento, aún está por definir quién evaluaría la calidad de las actuaciones. Tanto en un caso como en otro, aún puede haber variaciones antes de que el borrador esté completamente acabado o bien durante el periodo de tramitación del texto, que implicará su presentación a diversas entidades y a la oposición, su aprobación provisional en un pleno del Ajuntament, la presentación de alegaciones, y su aprobación definitiva en otro pleno.