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Los más pequeños de Manacor viven estos días unas aventuras muy especiales para disfrutar del tiempo libre de las fiestas de Navidad. La pista de aventuras montada en el polideportivo de la Salle mantiene su carácter divertido pero también pedagógico ya que los pequeños de la ciudad aprenden a ser solidarios, a tomar conciencia y a comprender a aquellas personas que tienen alguna discapacidad. Desde el 1 hasta el cinco de enero la pista de aventuras estará abierta bajo el lema «Juventud, solidaridad, participación». Tanto por la mañana como por la tarde los niños y niñas son acompañados por su padres para disfrutar de las diferentes actividades y juegos que organizan los monitores.

La diversión está garantizada pues la oferta es muy amplia y abarca todas las edades. En el recinto hay cuentacuentos, gimcanas, juegos cooperativos y populares. Estos comparten protagonismo junto con otros más intrépidos y sólo aptos para los más atrevidos como la escalada, la tirolina o el puente. Estos últimos son los juegos más espectaculares y de los que más disfrutan los pequeños a pesar que alguno cuando descubre que está a ciertas alturas no puede evitar ponerse a llorar y a pedir que lo bajen por la escalera. Otros demuestran su valentía y sin miedo se lanzan a la aventura.

Ayer, el director general de Juventud del Govern, Juan Francisco Gálvez; el presidente de s'Institut, Antoni Serra, y los regidores del Ajuntament de Manacor Isabel Febrer y Jaume Darder visitaron la pista de aventuras. Precisamente, Antoni Serra hizo referencia a los aspectos pedagógicos de esta iniciativa. «No sólo es diversión, sino que también hay que tener en cuenta la parte solidaria y la concienciación relacionada con el mundo de los discapacitados. El objetivo es que de cara al futuro no haya barreras arquitectónicas y enseñar ya desde pequeños conceptos fundamentales», explicó Serra. De hecho, muchas de las actividades tienen este objetivo. Así por ejemplo se hacen partidos de basquet 3x3 en silla de ruedas y talleres de Braille y juegos para ciegos. El precio de entrada son 2 euros con los que se entregan diez fichas, las europistas, que dan derecho a participar en las diferentes actividades. Con estas fichas se pretende también concienciar a los pequeños del valor de las cosas.

J. M. Sastre