Onofre Torrecillas de Uceda, vicepresidente de la comunidad, ha
señalado a este periódico que el Ibavi, promotor del edificio de
104 viviendas, construido hace aproximadamente siete años, «pasa
olímpicamente de nosotros», todo ello a pesar de que se ha
presentado ante el Institut Balear de l'Habitatge, con fecha de 26
de enero del 2004, un informe del arquitecto técnico Jaime Oliver
Mayol, donde se recogen todas las supuestas deficiencias.
A decir de los perjudicados, «el peregrinaje ha sido continuo
durante estos últimos años, «después de que en mayo de 1998 se nos
entregasen las llaves».
Se pretende, en suma, «la subsanación de las deficiencias. Los
pisos se nos caen a pedazos. Las baldosas se desprenden por falta
de cemento, las fisuras que aparecen por techos y suelos y las
tuberías, que están rotas en el garaje y por donde se filtran aguas
residuales».
Una de las perjudicadas y propietaria, Magdalena Fullana, quiso
recalcar que «a mi, cuando me estaba dando un baño, casi se me vino
encima el espejo del aseo, ya que el calor propició que acabaran
cediendo las baldosas y desprendiéndolo. Todo eso me hizo cambiar
el cuarto en cuestión de arriba a abajo. Ahota tendría que hacer lo
mismo con la cocina, que se cae a pedazos».
Otra de las propietarias, Cecilia Sopale, afirmó que «una vez
estaba pintando el techo y casi se me desploma encima.
Afortunadamente no llegó a caer, pero sí se abrió una brecha
importante».
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