Los asistentes vibraron con la actuación estelar de María Isabel. Foto: JOANA PÉREZ

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Con tan sólo diez años, María Isabel desató ayer la euforia infantil en el Palau d'Esports de Son Moix ofreciendo un concierto lleno de ritmo que fue seguido por 4.000 personas. Las entradas, que sólo costaban 1 euro, se acabaron a primeras horas de la mañana. La gente quería ver en movimiento a la niña más marchosa del país y además ayudar a la Fundació Minyones, ya que la recaudación del concierto se destinaba a esta asociación.

Antes de iniciarse el espectáculo, un dirigible sobrevoló el estadio para entretener a los asistentes. De repente, oscuridad total, que provocó los gritos expectantes del público. La joven estrella María Isabel iluminaba de nuevo el lugar con su aparición sobre el escenario. El concierto duró 45 minutos y la pequeña, natural de Ayamonte, cantó diez canciones de su nuevo trabajo discográfico «María Isabel número 2». Comenzó su actuación con temas como «Mi abuela» y «¿Quién da la vez?».

Cada dos canciones, esta joven cantante descansaba y César se encargaba de entretener al multitudinario público con sus trucos de magia. Después prosiguió con «¿Dónde vas María Isabel?», «La vida es bella», «Escalofrío», un tema bastante rockero, «Tu libertad», «Pues va a ser que no», «María Isabel número 2» y «No me toques las palmas», un tema de su anterior disco. Cuando finalizó este tema, se despidió del público. Por supuesto que la despedida no iba en serio, ya que los asistentes respondieron con un «¡Nooooooo!» que María Isabel recompensó con la actuación de su tema estrella, «Antes muerta que sencilla», que hizo vibrar a todo el estadio.

J. Moreda / S. Coquillat