Munar dejó su sillón de presidenta del Consell y pronunció su discurso desde un atril situado en el centro del salón de plenos. Foto: JAUME MOREY

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Hay que recuperar la mallorquinidad y hacer política «a la mallorquina», todo ello dentro de la validez de un pacto con el PP que ayer volvió a quedar reafirmado. Es la receta planteada por la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, para mantener los valores tradicionales de Mallorca en una sociedad sujeta a profundos cambios ante el creciente aumento de la inmigración. Tras ser sometida a una operación que la ha mantenido alejada de la política durante un mes, la presidenta reapareció ayer en el discurso de política general del Consell de Mallorca. En su intervención, la presidenta afirmó que las instituciones deben trabajar para hacer compatible el crecimiento de población con el mantenimiento «de nuestra forma de vivir». Consideró que sólo con una política sensata de «agregación» será posible contrarrestar los posibles prejuicios que se generen contra los recién llegados.

Munar aprovechó la réplica a los partidos de la oposición para oponerse de nuevo a la creación de ghettos urbanos para inmigrantes y personas de menor poder adquisitivo, pero anunció que en los terrenos de Can Domenge el 25 por ciento de las viviendas que se construyan deberán ser de protección oficial. Negó que se trate de una operación especulativa y aseguró que la premura en los plazos pretende evitar que los promotores retengan el suelo durante años con fines especulativos. En su discurso, la presidenta lamentó que algunas formaciones políticas actúen «de manera irresponsable» para conseguir «cuatro votos» en cuestiones como la política lingüística. «Sólo los fanáticos de la globalización y los nostálgicos de otros tiempos pueden pretender, por ejemplo, que nuestra lengua no sirve para nada», añadió.

Maria Antònia Munar aprovechó para desmarcarse de la política lingüística del PP y defendió que quienes viven en Mallorca deben conocer las dos lenguas oficiales de la Comunitat. «Fomentar cualquier duda sobre esto es una irresponsabilidad», señaló, antes de insistir en que los mallorquines «tenemos derecho a hablar mallorquín». Al hilo de estas críticas, la presidenta aprovechó para defender su modelo televisivo íntegramente en catalán «porque gastar dinero en un medio público sólo tiene sentido si persigue fortalecer nuestra identidad y ayudar a la normalización lingüística». No fue la única crítica velada de Munar a la política que practica el Govern de Jaume Matas. La presidenta del Consell también quiso marcar distancias en materia de carreteras con su socio político. Munar defendió sus carreteras «a la mallorquina». Explicó que una cosa es aprobar un plan director y otra realizar de una forma concreta cada proyecto y, por lo que respecta a las carreteras del Consell, afirmó que se trata de «proyectos de excelencia técnica hechos con el corazón».