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Jordi Casasayas se lo ha puesto en bandeja a los padrinos y abuelos esta Semana Santa, pues en su establecimiento se recrean monas de entrañables diseños que harán las delicias de los más pequeños. Este joven maestro confitero está sumergido estos días en la ardua tarea de elaborar los huevos y monas de Pascua, a base de rico chocolate blanco, negro y de leche, pero sin duda, quien visite Can Frasquet estos días quedará maravillado con el monumental huevo de Pascua de exposición que mide un metro de altura y está elaborado con 30 kilos de chocolate. La mitad de este original huevo la decoró el maestro en directo para Ultima Hora, con dibujo tradicional de las efes y flores verdes.

La gama de huevos decorados consta de 10 tamaños diferentes y su precio va desde 1'10 a 200 euros. Van envueltos en celofán y destaca la variedad parecida al mármol. El precio de los huevos envueltos en plata de colores oscila entre los 80 céntimos y los 16 euros. Todos llevan en su interior, como es tradicional, un pollito y un confite, pero según nos comenta Jordi Casasayas «si se trata del encargo de un cliente, podemos poner como sorpresa, además del pollito, lo que él nos indique. Recuerdo que una vez incluimos un anillo de prometida».

Las monas -casitas, coches, pajares, caracoles- también varían de precio según tamaño y se pueden comprar entre los 12 y los 25 euros. Muy divertidas son las cestitas de conejos, que incluyen huevos de chocolate de cáscara blanca. Sus precios son de 17, 20, 30 y 40 euros. Dos piezas reclaman la atención en el mostrador: una guitarra eléctrica de chocolate blanco (46 euros) y una casita del bosque (36 euros), además de las bolsas de celofán que encierran deliciosos huevos de bombón y de chocolate con cáscara imitando a la natural que se venden entre 3'80 y 5 euros. Hasta aquí hemos hablado de las piezas para satisfacer las ilusiones infantiles, pero a decir verdad, es que los huevos de bombón blanco, praliné, negro y con leche, además de los de chocolate imitando a la cáscara natural son de auténtico pecado. En Can Frasquet podremos encontrar también los auténticos y tradicionales confites de caperutxa, a 11 euros el kilo que están siendo desplazados por chucherías y «aixó no val».

Amalia Estabén