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J. TORRES
La aplicación del Código Técnico de la Edificación supondrá, a partir de octubre, un encarecimiento de entre 2.500 y 3.000 euros en los precios de los pisos nuevos. Este código, regulado a través de un decreto del Gobierno central, obligará a que todas las viviendas de nueva construcción y edificios públicos tengan que incluir captadores solares para calentar el agua sanitaria. Según los cálculos de la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia, el sobrecoste de las viviendas de nueva construcción tendrá un periodo de amortización de cinco años. Eso quiere decir que, después de los primeros cinco años, los propietarios de estos nuevos pisos no tendrán que pagar por la energía consumida a la hora de calentar el agua sanitaria.

Si se tiene en cuenta que en Mallorca se prevé la construcción de 8.000 viviendas anuales, la nueva legislación estatal implicará la instalación de 24.000 paneles solares térmicos (ocupan un metro cuadrado, por término medio) cada año. Una cifra que multiplica por cuatro el ritmo de instalación actual, que es de unos 6.000 paneles cada año. Actualmente Balears es, con 80.000 metros cuadrados de placas solares ubicadas, la CCAA que tiene más superficie de captación por habitante. La entrada en vigor del nuevo decreto también afectará a algunos de los edificios que se rehabiliten, que tendrían que instalar placas de energía solar térmica, e implicará que los inmuebles de más de 4.000 metros para oficinas o servicios tengan que incorporar, además, placas para energía solar fotovoltaica. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la aplicación del Código implicará, para cada edificio, un ahorro en la reducción de emisiones de CO2 por consumo de energía de entre un 40 y un 55%.

El nuevo decreto incorpora asimismo medidas de seguridad de las estructuras, contra incendios y para evitar riesgos de las personas. Además, incluye disposiciones para garantizar la salud y la higiene, y la protección del medio ambiente.