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Si bien los mallorquines son algo más reticentes a meterse en remojo en pleno mes de abril, los turistas no se lo piensan dos veces y esta semana era más de uno el que optaba por ponerse el bañador y meterse en el agua. La costa norte de Mallorca ha sido durante las fiestas un hervidero de gente, paseando, montando en bicicleta o tomando el sol, aprovechando el tiempo inestable, momentos de sol y nubes.

Las terrazas de los hoteles y restaurantes son una buena opción para los que piensan que aún es pronto para echarse en remojo y se conforman con el solecito del mediodía mientras almuerzan al aire libre. Las playas de Pollença, Alcúdia, Muro y Can Picafort empiezan así a calentar motores de cara a lo que vendrá el próximo mes de mayo y los paseos marítimos se convierten en excelentes escenarios para pasear a media mañana o a media tarde, ahora que el calor todavía no aprieta y las aglomeraciones del verano sólo se anuncian.

En la comarca de Llevant, los hoteles han iniciado la temporada con buenas expectativas y algunos con lleno total. Los turistas están ansiosos por estrenar baño y aprovechan cualquier rayo de sol. Las cuatro gotas caídas a lo largo del fin de semana espantaron a muchos en las playas de Porto Cristo, sa Coma o Cala Millor por lo que aprovecharon para pasear, ir de compras, o visitar las cuevas de Porto Cristo. En es Trenc y ses Covetes se dejaron caer algunos de los más fieles, aunque fueron los menos los que se atrevieron a meterse en el agua.

UH Manacor/Inca