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Madrid va a colaborar en la construcción del metro de Palma. Este es el protocolo de colaboración que firmaron ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el president del Govern, Jaume Matas, un acuerdo que supondrá el apoyo técnico de expertos de la Consejería de Transportes y de Metro de Madrid a las obras que se están ejecutando en Palma. Tras visitar las obras del metro de Alameda de Osuna, la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, anunció que el metro que unirá Palma y la Universitat podrá funcionar en el primer trimestre del año próximo y será gratuito en una primera fase. «Queremos que los ciudadanos sepan cómo funciona el metro de Palma. Por eso queremos que sea gratuito», dijo Cabrer tras visitar las obras de Alameda de Osuna junto a Matas y Aguirre. La titular de la Conselleria d'Obres Públiques anticipó que en los próximos meses llevará al Consell de Govern una propuesta para fijar la frecuencia del nuevo transporte metropolitano. El metro pasará por las distintas estaciones en intervalos de 5, 10 y 15 minutos, según el horario. Cabrer también reconoció que la estación intermodal de la Plaça d'Espanya no estará terminada hasta octubre o noviembre del próximo año, como ya anticipó este periódico, pero dijo que el resto de la obra está cumpliendo el calendario previsto. «Hemos pasado lo peor», admitió Cabrer.

Colaboración
En la reunión de Madrid se rubricó una colaboración entre los dos gobiernos para culminar la obra del metro de Palma. En concreto, los técnicos de la Comunidad de Madrid aportarán su experiencia en la señalización y seguridad del nuevo sistema de transporte. «La red de metro de Madrid es un referente y debemos aprender de esta comunidad», reconoció Matas. Además, el presidente del Govern y Esperanza Aguirre firmaron un protocolo de colaboración en materia de investigación y desarrollo.

En esta reunión participaron, en representación del Govern, además de Matas, la vicepresidenta Rosa Estaràs y los consellers Francesc Fiol, Encarnación Pastor, Aina Castillo y Mabel Cabrer. Aguirre justificó el encuentro bilateral con el Govern debido a que ambos gobiernos «tienen los mismos principios y adoptan las mismas políticas». «Nosotros no queremos, como sí hacen otros, causar problemas que no estaban en la mente de los ciudadanos», dijo Aguirre, quien recordó que tanto Madrid como Balears son las dos únicas comunidades «que aportan dinero al fondo de suficiencia». «Catalunya no lo hace», sentenció la presidenta Aguirre.

Durante el encuentro bilateral entre ambos gobiernos no se analizaron las distintas reformas estatutarias, pero Aguirre dijo estar convencida de que la propuesta de Estatut balear «no atentará contra la unidad indisoluble de España». «Tengo plena confianza en el presidente de Balears», señaló Aguirre. Matas aprovechó su presencia en Madrid para recordar que el Estatut balear «ni reconoce que Balears es una nación, ni lo será nunca y tampoco una realidad nacional». El president del Govern lamentó que el Estatut de Catalunya sí contemple la gestión en solitario del Patronato del Archivo de la Corona de Aragón. «El Estatut catalán establece una apropiación de los fondos del archivo», lamentó Matas, quien insistió en que Balears debe participar en dicho patronato.

Durante este encuentro bilateral, Rosa Estaràs acudió, junto al vicepresidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid, a visitar el centro 112 de la capital española. La consellera de Salut, Aina Castillo, visitó junto al titular de Sanidad de Madrid el Registro Unificado de Lista de Esperar Quirúrgica. «Este registro fue creado para controlar el compromiso de reducir la lista de espera a menos de 30 días», explicó Aguirre. Además, Encarnación Pastor y el titular de la Consejería de Inmigración de Madrid visitaron el colegio público San Eugenio-San Isidoro, un centro con una altísima tasa de inmigrantes escolarizados. Matas volvió a insistir en la alta tasa de inmigración que registra Balears desde hace años. Y recordó en Madrid que durante los últimos cinco años ha aumentado en un 25 por ciento la población en Balears debido a la inmigración.

Tras compartir experiencias y realizar las distintas visitas, los dos gobiernos almorzaron juntos en la sede de la Comunidad de Madrid.

Algunos miembros del Govern no sabían dónde mirar cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, soltó que el metro de Palma, el que unirá la Plaça d'Espanya y la Universita, será un «atractivo turístico». O Aguirre no sabe que lo más atractivo del trazado es la torre Asima o se ha confundido de metro, pero la frasecita, seguramente pronunciada para quedar bien ante el propio Matas, no fue muy afortunada. Por cierto, Matas no desveló si la Comunidad de Madrid también colaborará con Balears para diseñar el trazado de nuevas líneas de metro. Simplemente, el president eludió el tema. A lo mejor lo veremos en el futuro programa electoral del PP de cara a las próximas autonómicas.

Como suele ocurrir en este tipo de encuentros bilaterales, los presidentes tratan una o dos cuestiones importantes y el resto de la agenda es puro relleno. Al margen del metro, ningún asunto trascendente, aunque al conseller d'Educació, Francesc Fiol, le tocó abandonar precipitadamente la reunión de la Puerta del Sol para acudir al Senado y plantear la postura del Govern en relación al Estatut de Catalunya. El Archivo de la Corona de Aragón será un tema que podría perjudicar gravemente las relaciones entre los gobiernos de Matas y Pasqual Maragall. Al tiempo.

En Madrid, por sorprendente que parezca, cumplen a rajatable el protocolo. Durante la presentación, Matas fue presentado como el «Molt Honorable president del Govern de les Illes Balears». Y también es curioso que el protocolo del Gobierno de Madrid sea gestionado por una empresa privada. Nada que ver con el Consolat de Mar.

A Esperanza Aguirre le sorprendió que el Govern de Matas esté repleto de mujeres. Al margen del propio president y de Francesc Fiol, la delegación balear estuvo representada con cuatro conselleras. Por eso, Aguirre destacó que en la reunión las mujeres eran mayoría. Y sorprendente también fue la voluntad de la titular de Infraestructuras del Gobierno de Madrid. Embarazada y con un esguince, la consejera bajó hasta las entrañas del metro de Alameda de Osuna, junto a Matas, Aguirre, Cabrer y un séquito de unas 50 personas. Y todos con casco y chaletos reflectantes.