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Parece ser que la Feria de Abril está teniendo mala suerte en esta última edición. Si primero fue la escasa presencia de público que recibe durante la semana, ayer fue el mal tiempo lo que provocó efectos negativos sobre ella.

El fuerte viento que azotó ayer la Isla afectó parte del recinto. Según informó el presidente de la Casa de Andalucía y uno de los organizadores de este evento, Pedro Anaya, una de las casetas fue derribada sin ocasionar heridos.

A media tarde, el viento sopló y la tomó con una de estas casetas. A pesar de ello, y dado que las condiciones meteorológicas mejoraron pasadas las horas, el comité de la organización decidió no cerrar el recinto pero con el aviso a todos los de las casetas que si el tiempo empeoraba estarían obligados a cerrarlas tras la valoración por parte de los bomberos, el Ajuntament de Palma y la propia organización.

A pesar de este pequeño incidente, la feria parece que no está haciendo una buena «temporada». Los ciudadanos de la Isla se animan más a ir a la feria durante el fin de semana que entre semana. Si los viernes, sábados y domingos hay un gran ambiente, el aspecto de este evento de lunes a jueves es bastante distinto, ya que presenta un vacío destacable. Será quizás que en la Isla no se sigue la tradición de comer pescaíto frito acompañado de un rebujito por la tarde-noche de cualquier día, como ocurre en Sevilla, sede de esta cita folklórica. Y es que no olvidemos que, a pesar de tener muchos ciudadanos andaluces afincados en la Isla, sus tradiciones difieren bastante de las mallorquinas.

Además, los altos precios de las tapas así como de las bebidas frenan bastante a muchos ciudadanos a acudir. Y es que la feria se ha convertido en estos últimos años en un lugar de marcha, como si de una discoteca se tratase, y no en una sede de las costumbres andaluzas.

R.D.
Fotos: Pere Bota.