A su llegada a Son Sant Joan, militares y familiares vivieron escenas de gran emotividad. Foto: TERESA AYUGA

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G.ALOMAR
La base aérea de Son Sant Joan recibió ayer al último contingente de la Agrupación «Baleares» procedente de Bosnia. Una misión de mantenimiento de la paz iniciada el pasado 16 de enero a la que han sido destinados 167 militares de las Islas, que por vez primera han encabezado un grupo de mando. Vigilar el control de fronteras, ayudar a las autoridades civiles en el control del contrabando y recoger armamento entre la población civil han sido sus cometidos principales. A las 20.00 horas llegaba el avión de Air Europa con el contingente de 82 militares que, procedente de la célebre ciudad de Dubrovnik, en la costa croata, hizo escala antes en San Fernando al llevar a bordo tambien una unidad logística de Zaragoza y otra de Infantería de Marina.

Nada más llegar al hangar de recepción, en presencia del comandante general de Balears, José Emilio Roldán, y de numerosos familiares, el coronel Santiago Gómez de Valenzuela, al mando, valoró de forma muy positiva la misión, afirmando que «el mejor chaleco antibalas ha sido nuestra bandera española» y aseguró que la fuerza, muy querida por su ya larga relación humana y profesional en aquellas tierras, ha actuado con determinación pero sin altanería con un pueblo que ha sufrido mucho y que «lucha para salir adelante con una economía de pena». Así mismo destacó que la situación ahora es estable y en calma, sin elementos de violencia, (pese a que se han recogido 600 granadas de mano y 30.000 cartuchos, así como proyectiles anti carro) «no se ha producido ningun incidente, pero hemos tenido algun susto», aseguró aludiendo a un accidente de carretera entre un vehículo militar y un coche particular con daños irreparables para este último, hecho que atribuyó a la presencia de nieve y hielo, que emperora de noche.