El aeropuerto de Palma es uno de los emisores acústicos y uno de los focos de mayor ruido.

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El Consell de Govern comenzó ayer a estudiar la ley del ruido, una normativa que dará más poder a los ayuntamientos para reducir el nivel de decibelios y que pretende conciliar las horas de descanso con la actividad económica de Balears. Esta nueva ley ha sido entregada por la Conselleria de Medi Ambient al resto de departamentos y podría ser aprobada el día 26 por el Consell de Govern.

Uno de los aspectos más importantes de la nueva ley es apoyar a los ayuntamientos para que tengan más facilidades a la hora de aplicar la normativa contra el ruido que puedan generar las motos, obras, la industria o las zonas de ocio. En estos momentos, la autonomía es limitada, según el planteamiento que hace la Conselleria de Medi Ambient. Los municipios deberán hacer una clasificación de las áreas acústicas y en cada una de ellas se establecerán los límites de contaminación permitida. Por supuesto, las zonas residenciales serán objeto de una especial protección.

Asimismo, la ley tiene por objeto la conciliación de las horas de descanso con la actividad económica. Entre otras cuestiones, la normativa planteará unos horarios en los que estará prohibido hacer ruido para poder respetar las horas de descanso de los ciudadanos. La ley permitirá elaborar unos mapas de ruido con el fin de delimitar zonas de servidumbre acústica.