C. Ruiz de Galarreta14/05/06 0:00
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Miles de conductores de la Isla sufren cada mañana un auténtico martirio al entrar a Palma para acudir a sus puestos de trabajo. Govern y Consell están arreglando los grandes ejes viarios de la Isla, pero al llegar a Ciutat se produce un embudo de dimensiones espectaculares, de tal forma que todo el tiempo ahorrado en el trayecto se consume en la entrada a Palma. «Tardo más en entrar a Ciutat que en venir de Inca», es un comentario habitual de los usuarios. Y lo peor es que, por ahora, no hay expectativas de cambiar la situación.

Por la mañana, entre las siete y media y las nueve y media se vive la situación más caótica en los accesos a la vía de cintura. Y, de los catorce enlaces, el más conflictivo es el que conecta con la autopista de Inca. La circulación por esta vía rápida es de 87.694 vehículos diarios y, recientemente, se ha dotado de un carril más de Palma a Alcampo, descongestionando bastante la carretera. Lo malo es que la entrada a Palma es la misma.

Así, en el tramo de la vía de cintura comprendido entre el enlace de la autopista de Inca y el de Valldemosa, se registra un tráfico diario de 153.706 vehículos, según estimaciones del Departament de Carreteres del Consell de Mallorca. Este tráfico se distribuye entre las salidas de Son Hugo, la carretera de Sóller y los demás enlaces. Además, también hay bastante tráfico de la vía de cintura que gira en el enlace de Inca para dirigirse a los polígonos de Son Castelló y el de Son Fuster. Todo este tráfico en horas punta de la mañana se convierte en un absoluto y desesperante caos. «El tráfico va lento y el enlace no da abasto», explican desde la sala de control del Consell de Mallorca.

Entre el enlace de Valldemossa y el de Puigpunyent, cada día, se contabiliza un tráfico de 137.457 vehículos. El carril de salida hacia Establiments tampoco puede absorber todo el tráfico de colegios y trabajadores. Y en este punto, cuando se forma un tapón, las colas de vehículos pueden afectar toda la vía de cintura hasta el aeropuerto en casos extremos, aunque lo normal es que el atasco no pase de Can Blau. Aún así ya es una retención considerable.