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Hoy se cumplen tres años de la muerte de Teodor Úbeda, obispo de Mallorca hasta el momento de su fallecimiento, en el año 2003. Úbeda fue sustituido en su cargo por Jesús Murgui, también valenciano.

Teodor Úbeda sigue siendo una persona muy recordada, ya que supo dar a la Iglesia mallorquina unas dosis de equilibrio y compromiso -con el cristianismo, pero también con la lengua y la idiosincracia propia de los mallorquines- que resultaron muy positivas. Su pontificado se distinguió por la aplicación del Concilio Vaticano II, promovido por el papa Juan XXIII y desarrollado entre 1962 y 1965.

Sus últimos actos públicos fueron la tradicional celebración de la Pascua en la Seu, con la asistencia de la Familia Real; su participación en las Jornadas de la Confederación Nacional de Cabildos, que se celebraron en Palma, y la celebración del funeral en memoria del canónigo José Sacanell.

Teodor Úbeda ingresó en la Clínica Rotger para ser intervenido quirúrgicamente el 25 de abril de 2003 de un nódulo en un pulmón. La enfermedad, desgraciadamente, le superó.

Para hoy está prevista una misa en memoria de Teodor Úbeda, a las 9.00 de la mañana en la Seo, que estará presidida el obispo Jesús Murgui, pero también se le recordará con plegarias en todas las parroquias de la Isla.