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P. CANDIA/E. LÓPEZ VERDÚ
Los jueces de lo Penal de Palma decidieron ayer, en una junta celebrada en Vía Alemania, aplazar el traslado al edificio de Carreteras de ses Avingudes hasta que esas instalaciones reúnan las condiciones mínimas para el correcto funcionamiento de los juzgados. La mudanza empezó ayer, pero sólo uno de los juzgados, Penal 6, pudo entrar en la nueva sede judicial. El resto paralizó el traslado ante el caos existente en el inmueble cedido por el Consell de Mallorca.

Funcionarios, secretarios y jueces (hasta un total de 81 personas) se encontraron con que no funcionaba el servidor informático ni tampoco estaba habilitada la línea de teléfono. No había arco de seguridad, tampoco calabozos en condiciones y un total de 150 cajas con documentos no pudieron ser descargadas por falta de espacio.

El juez decano de Palma, Francisco Martínez, visitó las instalaciones por la mañana junto a varios funcionarios y, al comprobar la total y absoluta falta de condiciones del edificio, comentó: «Hay dudas razonables entre los jueces sobre la conveniencia de realizar el traslado en estas condiciones».

Los funcionarios, por su parte, fueron mucho más críticos. Una de ellas calificó la dependencia en la que tendrá que trabajar (de forma provisional hasta la ejecución de las obras en Vía Alemania) de «zulo».

«Somos tres personas en estos pocos metros cuadrados. Definitivamente, aquí no podemos realizar nuestro trabajo en condiciones», señaló.

Hasta el edificio de Carreteras también se acercaron representantes del sector de Justicia de UGT, Juan Luis Morata y Enrique González. «El problema radica en que los sindicatos desconocemos el estado actual del edificio, porque se supone que la Administración debe cumplir con una serie de normas legales, entre las que se encuentran una inspección previa de riesgo laboral, pero se han obviado todos estos trámites», dijo González.

El CSI CSIF, por su parte, tras confirmar que «ante esta lamentable situación» van a interponer una denuncia en inspección de trabajo, enumeraron una serie de deficiencias de la nueva sede judicial.

«No reúne las mínimas condiciones de higiene, hay despachos sin luz ni ventilación, existe un lavabo por planta de dimensiones reducidísimas, carece de salidas de emergencia y plan de evacuación, ni extintores, las paredes se encuentran desconchadas y con manchas de humedad, el cableado está inacabado y en muchas ocasiones a la vista y hay despachos sin marco ni cristal en la ventana», según ese sindicato.