En 1985, y en uno de los tantos viajes que realiza por el mundo, Rosa Tous encontró lo que más tarde se convertiría en uno de los emblemas de la marca Tous. «Una vez vi un osito en Italia y pensé que era muy mono y que quién no había tenido alguna vez un osito. Emanaba ternura y dulzura, y regalar una joya es un momento sensible. El que la regala quiere transmitir eso».
Tal y como explicaba ayer Rosa Tous, que ofreció una conferencia en el hotel Valparaíso con motivo del Día del Emprendedor, en Manresa este símbolo se extendió enseguida y después llegó a Barcelona; «fue un momento crucial porque gracias a ello se convirtió en nuestro emblema».
Más de ochenta años avalan la experiencia de Tous, una empresa fundada en 1920 por Salvador Tous Blavi, relojero de profesión, que abrió un pequeño taller de reparaciones en Manresa. En los años 40, introdujo algunos artículos de joyería. Veinte años más tarde, el único hijo del fundador, Salvador Tous Ponsa, se incorporó al negocio familiar con el interés de ampliarlo, y así fue. En los años 70, su esposa, Rosa Oriol, empezó a diseñar piezas únicas para los clientes.
S. Coquillat
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