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Una veintena de niños y niñas de Mater Misercordia participaron ayer en la sesión musical «Despertar los sentimientos», encuentro organizado por s'Institut de Serveis Socials i Esportius de Mallorca con la intención de que los jóvenes con algún tipo de discapacidad puedan gozar de los beneficios terapéuticos de la música. Iniciativa de la que ya se han beneficiado, desde el mes de marzo, unas 300 personas.

Antoni Serra, presidente de s'Institut visitó ayer la clase de música que se imparte en el Conservatorio de Música y Danza de Palma, junto con responsables de este centro y de la Conselleria d'Educació i Cultura.

Utilizar la música para mejorar los aspectos físicos, sociales, intelectuales y psicológicos de los niños discapacitados es uno de los principales objetivos de esta actividad, tal y como explican desde s'Institut, una actividad que concluye a finales de mayo y retomará las clases en septiembre, con el inicio del próximo curso escolar.

Como los usuarios de Mater Misericordia, muchas otras entidades que trabajan con colectivos discapacitados han colaborado con el curso desde marzo, entre ellas, Talleres Isla, Pinyol Vermell, Juan XXIII, La Puríssima, Gaspar Hauser, Son Tugores, Son Ferriol y Sa Creu, según explicó el president de s'Institut, Antoni Serra en el transcurso de su visita.