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J.J.SERRA
La Conselleria d'Agricultura i Pesca ha entrado en el consejo de administración de la empresa Mallorca Mar, que gestiona la subasta electrónica de pescado en la Llonja del Peix de Palma. Concretamente, la entrada del departamento autonómico se traduce en una aportación de 180.00 euros y tres miembros del consejo de administración, que de esta manera pasa de 14 a 17. Mallorca Mar engloba a la práctica totalidad de armadores de pesca de la Isla. Aunque por aportación económica (un 30 por ciento del capital social), la conselleria podría haber tenido más representantes en el consejo de administración, Mallorca Mar y el departamento autonómico han negociado que la presencia de este último se limite a tres miembros. La integración de la Conselleria en el consejo de administración de Mallorca Mar fue aprobada por mayoría absoluta en la asamblea de la entidad. La composición del consejo de administración de Mallorca Mar se distribuía hasta ahora en función de la representación de las diferentes artes de pesca y de la distribución territorial, a lo que habrá que añadir tres representantes de la Conselleria.

Ya se sabe que uno de estos tres representantes será Llorenç Rigo, secretario general de la Conselleria d'Agricultura i Pesca, pero aún no se conoce quiénes serán los otros dos. Todavía no se ha celebrado una reunión del consejo de administración con la nueva composición. Bernat Bonet, presidente de Mallorca Mar, ha valorado positivamente la entrada de la Conselleria en el consejo de administración, «pues supone que el Govern también participe en la gestión de la entidad y apoye nuestras iniciativas y actuaciones».

La gestión de la subasta electrónica de pescado fue, justo hace un año, motivo de conflicto con los pescaderos, al considerar éstos que no podían visualizar el género que iban a comprar. Ello dio lugar al boicot de los pescaderos a la subasta, por lo que apenas se dispuso de pescado fresco mallorquín en los puestos de venta de mercados y pescaderías hasta que se llegó a un acuerdo, si bien los pescadores organizaron su propia venta al público en las instalaciones de la lonja. Superado aquel conflicto, los pescadores se enfrentan ahora a la continuada subida de los precios del gasóleo profesional e intentan mejorar los canales de promoción y comercialización de su producto.