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El obispo de Mallorca, monseñor Jesús Murgui, presidió ayer por la tarde la misa solemne que se celebró en la iglesia del Socors con motivo de la festividad de Santa Rita, abogada de las causas imposibles. Entre los cientos de asistentes a dicha misa se encontraban la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; la regidora de Dinamització Ciutadana del Ajuntament, María José Frau, y el director general de Promoció Turística del Govern, Eduardo Gamero.

El rector de la iglesia del Socors, el padre Baltasar Ramis, recordó que el templo estuvo abierto desde las 07.30 hasta las 22.00 horas, y destacó que, al igual que ha venido ocurriendo en estos últimos años, la afluencia de fieles a lo largo de toda la jornada fue constante, por lo que se puede asegurar que fueron miles las personas de todas las edades que se acercaron hasta la iglesia del Socors, de la orden de los padres agustinos, para pedirle gracias a Santa Rita o también para agradecerle favores concedidos por su intercesión. El padre Ramis también recordó que, al igual que había ocurrido el pasado año, a lo largo de todo el día de ayer se celebraron seis misas.

La imagen de Santa Rita fue venerada durante toda la jornada, y en algunos momentos puntuales se formaron largas colas. Por otra parte, y como ya es tradicional, fueron numerosos los centros florales que se le ofrecieron. Cabe recordar que desde hace cuatro años, fecha en que se restauró la cúpula barroca, ya no se venden velas para encender en la capilla en donde se encuentra la imagen. La iluminación en toda la capilla es exclusivamente eléctrica. Un año más, la festividad de Santa Rita contó con la colaboración de la cofradía Cruz de Calatrava, que se ocupó de controlar la puerta principal y la del colegio. Asimismo, las damas de Santa Rita vendieron estampas, libros, medallas y llaveros, entre otros recuerdos.