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J.J.SERRA
La playa de can Pere Antoni acogió ayer por la tarde el memorial anual de homenaje y recuerdo a las personas fallecidas a causa del sida, un acto organizado por la Asociació de Lluita Antisida de les Illes Balears (ALAS).

Decenas de personas participaron en el memorial, que en Balears llega este año a su duodécima edición. En esta ocasión, por primera vez, ha tenido carácter itinerante, celebrándose en Menorca y Eivissa antes de llegar a Mallorca.

Este carácter itinerante se tradujo en un acto simbólico consistente en la mezcla de agua y arena de todas las Islas y Barcelona. El homenaje fue sencillo, pero los presentes no pudieron evitar emocionarse cuando, uno por uno, procedieron a la lectura de los nombres de los seres queridos fallecidos por esta enfermedad.

En el suelo había un corazón formado por claveles rojos y blancos. Al finalizar la lectura de los nombres, los participantes recogieron los claveles, se dirigieron al espigón de can Pere Antoni y desde allí, a modo de ofrenda, lanzaron las flores al mar.

Montse Tuset, de ALAS, dirigió unas palabras a los presentes para destacar que «recordar es el mejor homenaje que podemos hacer a los nos dejaron. Quien pierde la memoria, pierde la identidad. La auténtica muerte es el olvido». Tuset finalizó su intervención con la lectura de un poema de Miquel Martí i Pol, «Parlem de tu».

Este acto de homenaje y recuerdo a los fallecidos por el sida empezó a celebrarse en todo el mundo a partir de 1983, aunque no llegó de manera organizada a España hasta 1994. Actualmente, 4.500 ciudades de todo el planeta lo celebran. 30 millones de personas han muerto en todo el mundo por el sida y hay unos 40 millones de afectados. Los presentes denunciaron que «pese a todos estos datos, la atención al sida sigue sin ser una prioridad».