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El presidente de la Confederació d'Associacions Empresarials de Balears (CAEB), Josep Oliver, manifestó ayer que la nueva Ley del Suelo parece haberse hecho de espaldas al sector agrícola y ganadero, tomando como único patrón el dificultar su explotación.

Durante la jornada sobre la Ley del Suelo balear, organizada en la Escuela de Hostelería por la consultora CB Richard Ellis, el presidente de la patronal consideró que esta norma debería haber facilitado las instalaciones agrícolas y ganaderas y las necesidades de electrificación rural para darles servicio, eliminando los requisitos de interés general o autorización territorial.

La CAEB sostiene que la actividad agrícola y ganadera mantiene el paisaje de Balears, por lo que consideran necesario adoptar medidas que favorezcan su rentabilidad. En este sentido, afirman que la privación de usos incide en la dificultad del mantenimiento de las explotaciones, mientras que su escaso rendimiento conlleva un descenso del valor del suelo rústico. En este sentido, Oliver calificó la nueva norma de «insuficiente y poco ambiciosa».

La CAEB advierte por otra parte de posibles problemas de inseguridad jurídica derivados de los nuevos mecanismos para la concesión de licencias, en los que se establece silencio positivo en cuatro meses, desaparición de denuncia de demora ante el Consell y la obligación de la Administración de impugnar su propio acto concedido por silencio para conseguir su nulidad. Aceptan que el sistema reducirá los plazos de tramitación en los ayuntamientos.