El edificio se proyectó en 1963 y comenzó a construirse en 1967.

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NEKANE DOMBLÀS/MARIANA DÍAZ
El Consell acordó ayer iniciar al trámite para proteger el edificio de GESA a través de su declaración como Bien Catalogado, hecho que impedirá su demolición cuando concluya el expediente, según explicó ayer el conseller de Territori del Consell de Mallorca, Bartomeu Vicens. La decisión de iniciar el expediente de protección fue tomada ayer por la Ponència Tècnica de Patrimoni del Consell con los votos en contra del representante del Ajuntament de Palma, del Colegio de Aparejadores y de la ponente que había desarrollado el expediente y que proponía que el edificio fuera un Bien de Interés Cultural y no un Bien Catalogado. El conseller aseguró que la tramitación de este expediente no afecta al futuro del Palacio de Congresos ya que se encuentra en otro solar. Sin embargo, reconoció que el Ajuntament de Palma deberá hacer una reordenación de toda la urbanización prevista en la zona.

El edificio propiedad hasta hace poco de la empresa de Gas y Electricidad debía demolerse y, en su lugar, estaba prevista la construcción de viviendas. La conservación del edificio impide de entrada la construcción de pisos, por lo que el Ajuntament deberá realizar una modificación puntual de los aprovechamientos previstos en la zona. El conseller de Territori aseguró que estas modificaciones no tienen por qué retrasar la aprobación del proyecto de fachada marítima. Recordó además que el Ajuntament está realizando una modificación de los aprovechamientos en la zona que afecta al Palacio de Congresos, por lo que podría realizar este nuevo ajuste de forma simultánea al anterior. «No hay ningún intento de boicot del proyecto de fachada marítima, pero Cort deberá introducir algunos ajustes mínimos en la urbanización de la zona para conservar el edificio», señaló Bartomeu Vicens. El conseller recordó que la institución a la que pertenece no tenía un interés particular en la conservación del edificio de GESA hasta que el Col.legi d'Arquitectes presentó un proyecto en el que solicitaba su protección.

«Nuestra obligación es estudiar todos los expedientes que se presentan y se supone que el Col.legi d'Arquitectes en la institución experta en esta materia», añadió. De hecho, la propuesta de los arquitectos era que todo el edificio tuviera la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), y ésa era precisamente la propuesta que ayer presentaron los técnicos para que fuera sometida a votación. La declaración de BIC llevaba consigo la inclusión de un entorno de protección para todo el edificio de entre 60 y 70 metros. El representante del Ajuntament de Palma presentó una propuesta alternativa en la que se pedía que no hubiera ningún tipo de protección. La propuesta no salió adelante, pero uno de los técnicos del Consell presentó una solución alternativa, que pasaba por dejar a un lado la declaración de BIC y sustituirla por la de Bien Catalogado, lo que deja sin efecto el entorno de protección. Esta fue la propuesta ganadora, aunque en un principio la UIB, el Col.legi d'Arquitectes y ARCA propusieron mantener la protección total sobre el edificio. Aún así, votaron a favor de la declaración como Bien Catalogado.