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La moción de censura que han promovido en Muro PSOE, Unió Mallorquina y Ramon Quetgles, ex edil del PSM, supondrá mucho más que un cambio político en el municipio que dirige todavía Miquel Ramis. El actual alcalde de CDM, que tiene el apoyo del PP, dejará previsiblemente su cargo en beneficio de Pere Amengual, del PSOE.

La moción de censura es un instrumento previsto en el régimen democrático, pero esta iniciativa de PSOE, UM y el edil tránsfuga abre muchos interrogantes de cara al futuro. Se puede discutir incluso si promover una moción de censura cuando falta un año para las próximas elecciones tendrá algún beneficio para los ciudadanos, pero eso es algo que ya dictaminarán los electores en 2007.

El primer gran interrogante que plantea esta moción de censura es la conveniencia de pactar con un edil que hace escasos días pertenecía a la disciplina del PSM. Tránsfuga significa «político que se pasa de un partido a otro», y si atendemos a esta definición, Quetgles pasa a engrosar el largo listado de políticos que han protagonizado casos de transfuguismo en Balears. Quetgles debería regresar al PSM o devolver su puesto en el Ajuntament de Muro. De lo contrario, no está legitimado para participar en ninguna operación política en contra del actual alcalde de Muro. Los mismos que denunciaban -y con razón- el caso de transfuguismo protagonizado por Joan Thomàs en Calvià no pueden tolerar ahora utilizar el voto de un tránsfuga en Muro.

Por otro lado, la moción de censura en contra de Ramis también tendrá consecuencias en las relaciones entre PP y UM. Este episodio se unirá a los distintos desencuentros entre los partidos que lideran Matas y Munar.