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Mostrar los oficios de antaño y retroceder en el tiempo es el principal objetivo de la Fira Pagesa ambientada en el siglo XVIII y I Fira de Dones Artesanes, que desde ayer y hasta el próximo domingo está ubicada en La Rambla.

La novedad de este año es precisamente que es una feria formada por mujeres, la mayoría de las Islas y también con la participación de Valencia, Jaén y Catalunya.

El propósito de este mercado es conseguir que el visitante tenga la oportunidad de experimentar una forma de vida muy diferente a la de nuestros días. Así, la mayoría de artesanos realizan demostraciones en directo y explican a los visitantes el proceso de elaboración de determinados productos. Esto provoca que el mercado sea un lugar de comunicación y conocimiento que a la vez permite un intercambio cultural. Así, hay representaciones de los oficios de ceramistas, siurellers, herreros, forjadores, espardeneyers, cordadors de sillas, jaboneros, licoreros y chocolateros, entre otros.

En cuanto a los productos, hay desde alimentos como membrillo, quesos, turrones artesanos, pan payés, olivas, robiols y buñuelos; zapatos y bolsos, titelles y esponjas hasta hierbas tradicionales.

S. Coquillat
Fotos: Joan Torres