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La detección y diagnóstico de un caso de tuberculosis en el personal de cocina del hospital universitario de Son Dureta ha hecho saltar las alarmas entre quienes trabajan en esta zona del recinto del centro hospitalario de referencia de las Islas.

Una de las trabajadoras de cocina del centro hospitalario se puso ayer en contacto con este periódico para denunciar el hecho, afirmando que «la dietista del hospital, que está actualmente de baja, se puso enferma y se le detectó un caso de tuberculosis», afirma la trabajadora y añade que «desde entonces se nos están haciendo análisis a todo el personal de cocina y por lo que nosotros sabemos hay por lo menos cuatro infectados», puntualizó y añadió que acudía a los medios de comunicación porque «la dirección del centro quiere llevar el tema en secreto».

Desde el Servei Balear de Salut se ha confirmado la existencia de un caso de tuberculosis, «de una trabajadora subcontratada por el hospital» que estaba inmunodeprimida y a la que, una vez dectada la tuberculosis latente, se le dio de baja.

Al tratarse de una enfermedad infecciosa, la dirección del hospital activó el protocolo para estos casos, «que consiste en llevar a cabo una analítica a cada uno de los trabajadores de la zona de cocinas» y con los análisis realizados hasta el momento se ha detectado que otro trabajador «con los niveles de defensa bajos, debía ser tratado para evitar que pueda contagiarse», apuntan desde el IB-Salut y añaden que «tanto el personal de cocina como los pacientes pueden estar tranquilos porque la tuberculosis que padece la empleada no es contagiosa» y añaden que, desde el Servicio de Epidemiología se ha confirmado que no existe en Son Dureta ningún brote de tuberculosis, sino que se trata de un caso aislado.

Enfermedad
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que puede estar latente o activa. La mayoría de las personas que son atacadas por la bacteria si están bien alimentadas pueden luchar contra ella y en muchas ocasiones ni se dan cuenta de que padecieron la enfermedad, ya que el organismo puede defenderse y detener la infección. La tuberculosis puede activarse si el sistema inmune de la persona está debilitado y no puede luchar contra la bacteria que la causa.

La enfermedad se propaga a través del aire mediante pequeñas gotitas de secreción de las tos o estornudos de personas infectadas por eMicrobacteryum tuberculosis. Una vez que la bacteria se introduce en el pulmón se forma un granuloma que es la infección primaria de la tuberculosis; este proceso no produce síntomas y en el 95 por ciento de los casos se reduce solo sin problemas.