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El president del Govern, Jaume Matas, anunció ayer que el PP pedirá la retirada de la reforma del Estatut ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el socialista Francesc Antich. El líder del PSOE balear tenía una lectura muy distinta de la situación. Según Antich, todavía es posible lograr un acuerdo antes del pleno del Parlament. Matas dijo que el desacuerdo se había producido por dos asuntos: la lengua catalana y el Consell de Formentera. Según Matas, Antich pretendía incluir en el Estatut la obligatoriedad de conocer el catalán en Balears. «No podía aceptar esta propuesta porque era abrir un debate innecesario; no se puede entender la política como confrontación y abrir disputas», dijo Matas. El president recordó que esta propuesta ni siquiera había sido planteada por el PSOE en las enmiendas al Estatut. La puesta en marcha del Consell de Formentera también ha sido un motivo clave en el desacuerdo final. Matas explicó que existían diferencias en la puesta en marcha de la nueva institución. El president cree que detrás de la trabas del PSOE a crear el Consell de Formentera «existe una clara lectura electoral».

Matas concretó que durante los distintos encuentros con Antich éste había aceptado renunciar a que en el nuevo Estatut figure una referencia al Régimen Especial. Tampoco se incluía la «cláusula Matas» que equiparaba a Balears con Canarias en asuntos relacionados con la insularidad. El jefe del Gabinete balear explicó que existía un alto grado de consenso con el PSOE en materia de financiación. Según el president, Antich aceptaba incluir la cláusula de los 3.000 millones en el Estatut con algunos matices que hubiesen podido solventarse en la tramitación del texto en el Congreso de los Diputados. Lo que no estaba dispuesto a aceptar Matas era que «el Estatut no se decidiese aquí, sino en Madrid». Matas insistió en que pedirá al grupo parlamentario que proponga la retirada de la reforma del Estatut. Frente a esta postura contundente de Matas, Antich destacó los grandes avances que se han conseguido en muchos aspectos. En su primera exposición no habló ni del catalán ni del Consell de Formentera, los asuntos que, según Matas, han provocado la imposibilidad de alcanzar un pacto. «Matas está hipotecado por la postura de Matas», dijo Antich en rueda de prensa junto a la portavoz socialista, Francina Armengol. El líder socialista acusó a Matas de haber iniciado el debate sobre la lengua al incluirse en el Estatut las modalidades lingüísticas. Por este motivo, Antich defendió la necesidad de incluir la obligación de conocer la lengua catalana en Balears, tal y como ocurre ya con el Estatut de Catalunya. En relación al Consell de Formentera, Antich aseguró que existían diferencias en cuanto a la puesta en marcha de la institución. «Debe quedar muy claro que nosotros queríamos un Consell para Formentera», insistió. Antich quería una ley cualificada del Parlament para impulsar el proceso de traspaso de competencias al nuevo Consell. Según Antich, la propuesta de Matas no ofrecía garantías jurídicas. «Yo creo que habrá Estatut y aún es posible el acuerdo», sentenció Antich. Mientras tanto, la comisión parlamentaria estudiaba las enmiendas al Estatut. Matas destacó que se habían aceptado el 60 por ciento de las modificaciones planteadas por el PSOE.