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NEKANE DOMBLÀS
La formación del bloque unitario entre PSM, EU-EV y ERC les hubiera reportado un concejal más en Palma en las elecciones de 2003. La suma de los votos que obtuvieron las distintas fuerzas políticas hubiera llegado hasta 32.682 papeletas. En Palma, ahora tendrían un concejal más, pero no sería suficiente para quitar la mayoría absoluta al PP ya que el partido perjudicado por este 'robo' sería el PSOE.

Al aplicar la ley d'Hont sobre estos hipotéticos resultados se ve que el bloque tendría ahora seis concejales, es decir, uno más que la suma de los tres que posee EU-EV más los dos representantes del PSM. El partido perjudicado, el PSOE, pasaría de nueve a ocho representantes mientras que el PP mantendría intacta su mayoría absoluta con quince representantes.

Unió Mallorquina no consiguió representación en el Ajuntament de Palma al no lograr el cinco por ciento mínimo de votos que exige la ley para lograr representación en el Consistorio. Sin esta barrera legal o con otra inferior -en el Parlament se exigía un tres por ciento hasta 1995-, el partido que preside Maria Antònia Munar tendría ahora un representante en Cort.

En el Consell de Mallorca, sin embargo, la formación del bloque no hubiera tenido consecuencias electorales en la composición de esta institución y, por lo tanto, del Parlament. El PP tendría 16 diputados, nueve más serían para el PSOE, tres para UM y el Bloc obtendría cinco, que es la suma de representantes de PSM y EU-EV.

Los 56.384 votos que sumaron las formaciones de izquierdas que ahora quieren concurrir conjuntamente no serían suficientes para robar votos a las demás formaciones políticas. El último diputado se lo adjudicó el PP en las elecciones de 2003. Para poder robar este representante del Consell a los populares, las formaciones de izquierdas deberían haber sumado al menos 2.000 votos más de los que consiguieron. Es decir, que el bloque, en principio, resulta más beneficioso para la izquierda en Palma y no tiene consecuencias en Mallorca.