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La Conselleria de Salut i Consum obligará a todos los centros y establecimientos sanitarios de las Islas, públicos y privados, a implantar la utilización generalizada de material de bioseguridad y procesos de seguridad para evitar la proliferación de pinchazos, cortes y accidentes biológicos entre los profesionales sanitarios.

El objetivo de la regulación, tal y como explica Jaume Orfila, «es garantizar la seguridad de los profesionales que trabajan en los centros sanitarios, con la intención de eliminar o minimizar la incidencia de este tipo de accidentes como pinchazos, cortes o exposición a fluidos», especifica.

Actualmente la Direcció General d'Acreditació i Avaluació, que dirige el doctor Jaume Orfila, está perfilando el decreto que regulará esta obligación. Además está prevista la creación de un sistema de registro y vigilancia unificado de accidentes con riesgo biológico, que permitirá un control más exhaustivo de estos accidentes y la adopción de las medidas pertinentes en función de las tendencias a la siniestralidad laboral que se observen a través del registro.

Los accidentes biológicos son uno de los principales riesgos laborales del colectivo de trabajadores de la salud, de hecho enfermedades que se pueden contagiar como consecuencia de un accidente biológico son, por ejemplo, la hepatitis o el sida.

La forma más eficaz de evitar este tipo de accidentes es la prevención, mediante la utilización de material de seguridad (jeringuillas, catéteres), la implantación de un proceso de actuación de seguridad y, tal y como recuerda el director general, la formación de los responsables y trabajadores de las sanidad. Con la regulación que la conselleria tiene intención de aprobar en breve, el Govern pretende que los materiales tradicionales sean sustituidos por los de seguridad de forma generalizada en todos los centros sanitarios públicos y privados de Balears. Por lo que hace referencia a los centros sanitarios públicos el Servei Balear de Salut (IB-Salut) ya ha iniciado la utilización de material de bioseguridad y la sustitución de los materiales tradicionales. En 2005 se invirtieron 462.906 euros en la adquisición del citado material y este año se han adjudicado por 864.356 euros anuales el suministro de este material en los tres próximos años, lo que supone doblar la cantidad anual destinada para este fin.