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J.J.SERRA
Joaquim Tintoré, director del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (Imedea), destacó ayer «la tremenda variabilidad de las corrientes marinas en Balears» a la hora de elaborar planes de actuación frente a la contaminación marina, especialmente por vertido de hidrocarburos. Tintoré fue uno de los ponentes participantes en las Jornas Internacionales sobre Gestión de Emergencias por Contaminación de Aguas Marinas, que reúnen estos días en Palma mañana a unos 80 científicos y expertos en la materia. Este encuentro de especialistas se encuadra en el Proyecto Sosmer, que tiene como objetivo la promoción de la cooperación entre regiones costeras para el desarrollo de acciones conjuntas que garanticen el más alto nivel posible de seguridad ante los riesgos de contaminación marina.

El Proyecto Sosmer ha iniciado elaboración de un plan especial que estará terminado en septiembre y comprende la evaluación de los riesgos de las franjas litorales de la Unión Europea, el intercambio de experiencias y situaciones de crisis y la elaboración de planes de prevención y actuación. En su ponencia, «Sistema de predicción de vertidos en el litoral balear», Tintoré explicó la necesidad de «una oceanografía operacional a partir de la observación, la obtención de datos y la elaboración de modelos de predicción. La dinámica oceánica, el ciclo del agua, la contaminación, los procesos de sedimentación y erosión, y los recursos naturales son factores a valorar, pero, en el caso de un vertido de hidrocarburos, hay que tener en cuenta que las corrientes marinas del mar balear presentan una enorme variabilidad».

Tintoré señaló también que el Imedea también trabaja, junto con otras entidades científicas y de investigación, en la gestión integrada de la zona costera de Balears para conseguir un modelo de desarrollo sostenible para la misma. El president del Govern, Jaume Matas, inuaguró las jornadas destacando la importancia de establecer protocolos unificados de actuación frente a vertidos contaminantes que puedan afectar a la biodiversidad y a la actividad humana en las costas, especialmente en el «vulnerable» Mediterráneo. Matas incidió en que el Mediterráneo requiere de acciones preventivas y de resolución de problemas por ser un mar cerrado, la elevada población en sus costas y el notable tráfico marítimo que soporta. Sólo el Mediterráneo español acoge a 50 millones de turistas anuales.