Los expertos recomiendan actuar contra 'chulos' y clientes y no contra prostitutas

El profesor Lluís Ballester presentó ayer las conclusiones del congreso sobre la prostitución y planteó algunas consideraciones, entre ellas la doble moral que existe respecto a la conclusión y el hecho de que mueva, «tirando por lo bajo», un volumen de negocio de unos 50 millones de euros sólo en Mallorca. Las conclusiones del congreso fueron adelantadas por Ultima Hora el pasado 4 de febrero.

Según Ballester las administraciones públicas hacen gala de una notable «desorientación» al abordar el problema de la prostitución, como lo demuestra la aprobación de normativas municipales, como las de Barcelona o Calviá, que inciden en el castigo a las mujeres dedicadas a la prostitución callejera.

Ballester apostó en cualquier caso por «el modelo sueco», que no penaliza a las prostitutas sino a los consumidores. Además, y en relación al debate sobre la legalización de la prostitución (al que se opone el Instituto de la Mujer por entender que es una forma de legalizar la esclavitud y el tráfico de personas), Ballester destacó que es la patronal de los clubes de alterne quienes más interesados están en legalizarla.

Destacó la «bomba de relojería» que supone la publicación de anuncios de prostitución en los periódicos con textos cada vez más explícitos y reclamó del Govern balear un Plan Integral sobre prostitución.

Además, constató, Más allá del problema sanitario, las mujeres que ejercen la prostitución, extranjeras en un 85 por ciento en el caso de Baleares, son vulnerables a la actuación de proxenetas a quienes la mayoría de veces no denuncian por carecer de las suficientes garantías de protección.

En Balears, pese a la dificultad de controlar una actividad «al margen de la ley», unas 2.500 mujeres podrían dedicarse a la prostitución. La mayoría de prostitutas son inmigrantes, y han sido captadas fuera. Viven en régimen casi esclavista.

Destacó como todo prostíbulo que se cierra, abre después.