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El denominado sector crítico de UM y los llamados renovadores del PSM, impulsan un nuevo proyecto nacionalista «de futuro» en común, que comenzó a fraguarse la noche del pasado miércoles en una cena celebrada en un restaurante de Vilafranca.

Por parte de UM, estuvieron el ex alcalde de Pollença y nuevo conseller de Identitat Cultural i Patrimoni, Joan Cerdà y el regidor Martí Ochogavía; el primer edil de Porreres, Joan Sastre y el teniente de alcalde, Bernat Bauçà y ebatle de Alcúdia, Miquel Ferrer con Josep Melià. Por parte del grupo de descontentos del PSM, asistió el alcalde de Vilafranca, Jaume Sansó; el ex de Santa Eugènia, Mateu Crespí y el regidor de Sóller, Miquel Gual.

Aunque no se tomó «ningún acuerdo concreto», el abanico de posibilidades que depara el futuro, dígase fusión, nuevo partido o «entesa», planeó en la sala en todo momento. Durante las más de tres horas que estuvieron sentados a manteles, ambas partes se pulsaron mutuamente y concluyeron que «las posturas son muy cercanas y las relaciones excelentes».

Debatieron largo y tendido sobre el estado del nacionalismo en Mallorca y coincidieron en «el proyecto de país, de creer en la tierra y no tanto en los partidos y los cargos» y consideran que «el futuro del nacionalismo de la Isla pasa por un entendimiento entre ambas partes».

La lista de integrantes a esta iniciativa no se limitaría a críticos de UM y renovadores del PSM. Podría reforzarse con la adhesión de dirigentes de otros pueblos como los independientes de Son Carrió (las relaciones de los críticos con el alcalde Mateu Puigròs son «muy buenas»), el sector crítico de sa Pobla que abandonó UM y el independiente de Consell.